Demás está decir que en los últimos años ha habido un progreso importantísmo en la electrónica y era cuestión de tiempo solamente que aparecieran algunos de esos avances incorporados a la relojería.
La Matona de Navas ocupaba en las viejas cajas de moscas el sitio que hoy tiene la Woolly Bugger, incluso figura en varios libros extranjeros donde famosos pescadores relataban sus aventuras por estas tierras.